hemos empezado a practicar y... lo que creíamos que iba a resultar sencillo, vimos que, ¡era más complicado de lo que parecía! Aún así, esto servía de propósito para ensayar, divertirnos, y descubrir todo lo que se aprende y a la vez podemos enseñar a través de la música.
Dividimos la clase en dos seminarios, así estábamos más centrados siendo menos personas.
Durante varios días practicamos el ritmo, a través de nuestro cuerpo, de nuestros gestos.
Esto es con compases al principio de 2x2, y más tarde, cuando íbamos aprendiendo a coordinarnos ( que nos costó ), con compases de 4x4, con palmas, chasquidos, moviéndonos por todo el aula con pisadas y chasquidos a la vez, con palmas en las piernas, etc.
Otros días practicamos la melodía, a través de la repetición de canciones como: la granja, palmas con un dedo, los fantoches, etc. Escuchábamos las canciones y su entonación, así como su ritmo.
Más tarde, las cantábamos todos juntos, hasta conseguir todos entonar las melodías y seguir el ritmo.
Por último, practicamos con instrumentos.
De esta forma, podríamos utilizar todo lo aprendido, saber construir ritmos y saber seguirlos.
Utilizamos los xilófonos porque había uno para cada uno en el aula, y con él se puede practicar de forma sencilla las notas, los compases y los ritmos.
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